sábado, septiembre 23, 2006

Leopoldo "Teuco" Castilla


Nació en Salta en 1947

del libro El amanecido (2005, Ed. El Mono Armado)

TRANSMUTACIÓN

Un día tu pelo está ido,
despegado
y habla, lengua de palo la calavera.

Tu semblante se va para salvarse.
Ya no tienes animal en dónde verte,
soporta los últimos, precarios,
insectos de tus ojos,
el hueserío de tu risa.

Devuelve el pez de tu deseo,
tu conociemiento
al agua,
al pájaro
tu instante,
y, antes de irte,
devuelve tu pequeño infinito
-y agradece-
a la víbora.

OSCURIDAD

Toco el espejo a oscuras. Una planicie indefensa
donde pierdo mi frontera
y mis huesos pierdo
como si el espacio me hubiera envenenado.

Si cruzo esta noche, si amanece,
pínteme la vida
porque nunca es el mismo
el resucitado,
de madre, en el mirar eternamente,
y, de tanto morir,
padre.

Soy yo la oscuridad.
Yo, las inclemencias del que no se ve

y,
porque he visto,
soy el que mendiga.

EL AMANECIDO

¿Qué estaré siendo yo de este lugar
que ha parido la presa de su cacería?
Entenado de mis muertos
llevo una flor a su caridad
para que vuelva en mí esta comarca,
pero es tarde,
el cielo envejeció
y el espacio ha crecido demasiado.

He gozado todos los sonidos,
me he dejado llorar
por ojos difuntos,
he besado a mi época en la lengua
y a esta altura
soy el cielo de mis fornicaciones
y la intemperie donde flameo, inhumano.

Entro a la tormenta de la casa vacía
y lluevo largamente,
con la copa en las raíces,
asfixiado por el aire,
y, enguantado por mi oscuridad,
pudro mi leña,
eyaculo el escenario,
pierdo los papeles, tacho la luz,
lastimo la función.

Los otros no saben que están dentro
de un día que no amaneció,
el que me he robado
mientras del suero de mi cerebro
se amamantaba la noche
cuando yo tiraba mis huesos al aire
y ni la muerte los reconocía.

Tengo dentro
un salto de pájaro espantado,
un niño helado en su futuro,
un camino que mno deja de ir
y un árbol inmóvil
soltando frutos oscuros.

No hay contemplación: mi limosna es mi cuerpo.
Ya no me sirve el universo
ni yo le sirvo.

Hacia una luz inválida se va el día.
Y no me lleva.
Donde yo duermo, trinan como perras,
mendigas, las palomas.



EL TEUCO EN FRAGMENTOS

me tomo el atrevimiento de transcribir algunos versos sueltos de varios poemas, de varios libros.

Todos los colores
son sacrificios.

.

El olvido es carnívoro.

.

y se pica el pecho
y se lo parte,
ríe a carcajadas
y se pica a fondo el corazón
para que el secreto salga.

.

él pasa soñando
como un perdón que no llega nunca.

.

tu ojo como un juguete de dios

.

En todo lo visible
hay una ofrenda
del abismo.

.

El mundo está atravesado
por ciertos elementos
que nunca estuvieron en el mundo

de ellos nos viene
la tentación de desaparecer.